Pretendo inaugurar un nuevo apartado en mi blog en el que, de vez en cuando, cuando se me vaya la pelota, plantee una especie de hipótesis completamente inventada a la par que absurda.
Como inauguración y, para intentar arrojar algo de luz sobre el eterno debate de porqué el cine español no atrae a las masas, he decidido recapacitar sobre qué ocurriría si el manchego Pedro Almodóvar hubiese sido el encargado de adaptar a la gran pantalla el fenómeno editorial Harry Potter.
Para empezar, teniendo en cuenta que Almodóvar es incapaz de tener un personaje masculino como protagonista, Harry estaría interpretado por Rossy de Palma y sería el típico adolescente transexual. La historia no podría desarrollarse en Reino Unido claro está. La casa donde Harry vive con sus odiados parientes se encontraría en los alrededores de Madrid, en Parla. Allí viviría junto a su tía, que es puta y de las baratas, y a su chulo (interpretados por Bibi Andersen y Jesús Bonilla).
El castillo de Hogwarts, al que se accedería por la parada de Carabanchel del metro madrileño, estaría situado en la Casa de Campo rodeado de mágicos y misteriosos bosques infestados de drogas y prostitución.
El odioso amigo de Harry, ese tal Ron, estaría interpretado por Gabino Diego que tiene la misma pinta de tontaina y, lógicamente, sería un politoxicómano amante de la zoofilia. En cuanto a Hermione, la cosa está clara, Penélope Cruz con la melenaza al viento y enseñando tetas y pelo a más no poder.
Para empezar, teniendo en cuenta que Almodóvar es incapaz de tener un personaje masculino como protagonista, Harry estaría interpretado por Rossy de Palma y sería el típico adolescente transexual. La historia no podría desarrollarse en Reino Unido claro está. La casa donde Harry vive con sus odiados parientes se encontraría en los alrededores de Madrid, en Parla. Allí viviría junto a su tía, que es puta y de las baratas, y a su chulo (interpretados por Bibi Andersen y Jesús Bonilla).
El castillo de Hogwarts, al que se accedería por la parada de Carabanchel del metro madrileño, estaría situado en la Casa de Campo rodeado de mágicos y misteriosos bosques infestados de drogas y prostitución.
El odioso amigo de Harry, ese tal Ron, estaría interpretado por Gabino Diego que tiene la misma pinta de tontaina y, lógicamente, sería un politoxicómano amante de la zoofilia. En cuanto a Hermione, la cosa está clara, Penélope Cruz con la melenaza al viento y enseñando tetas y pelo a más no poder.
En lugar de jugar a la mierda esa del quidish (o como coño se escriba), que es un deporte sin ningún sentido, se jugaría al Teto y los profesores serían los clásicos del cine de Almodóvar: Carmen Maura, Bibi Andersen, Marisa Paredes, etc.
El malote, Lord Voldemort, no existiría ya que la película carecería por completo de una trama aventurera. Simplemente se limitaría a sobrexponer la cotidianidad de personajes marginados y maltratados, como hace siempre el director manchego, olvidándonos por completo de esos innecesarios efectos especiales y demás pamplinas.
El malote, Lord Voldemort, no existiría ya que la película carecería por completo de una trama aventurera. Simplemente se limitaría a sobrexponer la cotidianidad de personajes marginados y maltratados, como hace siempre el director manchego, olvidándonos por completo de esos innecesarios efectos especiales y demás pamplinas.
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